14 de abril de 2011

Publicado por Helena en 16:09 2 comentarios
Cada vez que escucho tus gemidos,
sobre mi cabeza,
golpeando cada neurona,
cada nervio,
cada piel de gallina,

suenan los míos.

11 de abril de 2011

Publicado por Helena en 19:28 5 comentarios
Por pasar pasaban las horas,
los días, las rimas, las esdrújulas.
Pasaban revoluciones desgarradoras,
de esas que no entienden de brújulas.

Pasaban historias que no son,
pasaba tan rápido el amor,
pasaba sin ser, la abolición,
pasaba el fuego abrasador.


Por pasar, pasaba la gente,
pasaban los besos a escondidas,
pasaba el amor sin medida,
pasaba el sudor por tu frente.



Por pasar pasaba a tu lado,
y me sonreías.




Por pasar pasaba la vida,
pero a tu lado.

30 de marzo de 2011

Publicado por Helena en 0:40 2 comentarios
Supongamos.
Que te beso.
Que te quiero.
Que te añoro.
Que te adoro.
Que te quemo.
Que te temo.
Que te odio.
Que te parodio.
Que te lloro.
Que te como
Que te olvido.
Que te prometo.
Que te someto.
Que te deseo.
Que te vendo.
Que te entiendo.

Supongamos.

Que te conozco.
Que te quiero.
Que te odio.
Que te olvido.
Que te despido.
Que te conozco.
Que te quiero.
Que te odio.
Que te olvido.



Supongamos.

16 de marzo de 2011

Publicado por Helena en 17:05 5 comentarios
Prométeme,
que aún te tendré dos siglos más.
Que seguirás despertándome a besos,
y acostándome después de acabar,
y soñándonos de este amor aún presos.

Prométeme,
que volverás si algún día piensas en marcharte,
que agarrarás mi mano en tal caso,
que aún así me dejarás por la noche velarte
y que yaceremos exhaustos en el Parnaso.

Prométeme,
prométeme que cumplirás tus promesas,
que no huirás al París de Nunca Jamás,
que siempre me dejarás ser tu cordobesa,
y nunca bailaremos al descompás.

Ahora no hace falta que prometas nada,
no te sueltes, agárrame bien fuerte,
no tengo miedo, si no a quedarme abandonada.

Mi corazón tras tanto tiempo inerte,
despertó de su latencia insana,
y lo único que quiere, es quererte.

13 de marzo de 2011

Publicado por Helena en 22:07 2 comentarios
Tu amiga, tu amante, tu novia,
tu mujer, tu esclava, tu confesora,
tu atadura, tu amor, tu utopía,
tu brugal, tu quiniela, tu adiestradora.

Mi cigarro, mi fuego, mi taxista,
mi ratón colorado, mi chocolate,
mi principal accionista,
mi locura, mi vida, mi desbarate.

Nuestros besos, nuestros abrazos,
nuestras sonrisas, nuestros huesitos,
nuestros pulgares entrelazados.

Vuestros rumores, vuestros engaños,
vuestras envidias, vuestros celos.
VUESTROS, ya no nos hacen daño.
 

Nunca he tenido el corazón tan rojo. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos