13 de marzo de 2011

Publicado por Helena en 22:07
Tu amiga, tu amante, tu novia,
tu mujer, tu esclava, tu confesora,
tu atadura, tu amor, tu utopía,
tu brugal, tu quiniela, tu adiestradora.

Mi cigarro, mi fuego, mi taxista,
mi ratón colorado, mi chocolate,
mi principal accionista,
mi locura, mi vida, mi desbarate.

Nuestros besos, nuestros abrazos,
nuestras sonrisas, nuestros huesitos,
nuestros pulgares entrelazados.

Vuestros rumores, vuestros engaños,
vuestras envidias, vuestros celos.
VUESTROS, ya no nos hacen daño.

2 comentarios:

P on 14 de marzo de 2011, 19:35 dijo...

Poderosa contundencia la de la autora de estos versos en los mismos. Dominio del ritmo, sin recurrir explícitamente a los verbos y un mensaje que transmite seguridad, aplomo, fortaleza.

Valió la pena visitar este blog.

Un cordial saludo.

stella on 14 de marzo de 2011, 21:52 dijo...

Los rumores suelen dejar heridas, menos mal que ya no duelen
me ha gustado leerte
Un abrazo
Stella

 

Nunca he tenido el corazón tan rojo. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos