30 de octubre de 2010

Publicado por Helena en 1:22 2 comentarios
Podría gritarte hasta la afonía,
zarandearte hasta el alma,
abrazarte sin ningún arma.
Besarte llenando la vida de alegría.

No me escucharías.

Podría quererte sin querer.
Podría beberme la última gota,
del whisky que llena mi copa,
y susurrarte el significado del amanecer.

No me escucharías.

Podríamos volver al lugar de antes,
de besos encerrados en callejones,
de vasos atrapados en corazones,
y mirándote, decirte que duele amarte.

Y no me escucharías...

29 de octubre de 2010

Publicado por Helena en 0:41 3 comentarios
¿Recuerdas?
Aquellos días de levantarnos,
resacosos y asombrados,
de encontrarnos el uno al otro,
desnudos, y abrazados.

¿Recuerdas?
Cada polvo que sin querer echamos,
uno tras otro, sin apenas descanso,
que no teníamos tiempo para dormirnos,
solo para fumar y volver a besarnos.

¿Recuerdas?
Aquellas collejas, zancadillas, abrazos,
cuando estuvieron a punto de pillarnos,
por no ser precavidos y anunciarlo.

¿Recuerdas?

Porque yo si que recuerdo, recuerdo llamarnos,
recuerdo las cenas,las duchas, los abrazos,
los besos, los fortuna, incluso recuerdo amarnos.


¿Recuerdas?
¿Cuando no nos importó separarnos?

18 de octubre de 2010

Publicado por Helena en 23:13 3 comentarios
Cuando empiece a descansar,
(ya cuando este muerta),
solo quiero gente alegre,
y con posibilidad de fiesta.

Cuando empiece a descansar,
contigo, espero, a mi vera,
no es que muerto te quiera,
solo espero verte a mi espera.

Cuando empiece ya a soñar,
con nuestro cuento de primavera,
crecerán las flores alegres,
bailando en mis cenizas muertas.

Cuando empiece a ser parte,
de esto que llamen tierra,
yo aún esperaré no olvidarte.
y esperaré que tú, aún me quieras.

El día en que yo me muera,
sonará Riego por la rivera,
ondeará la tricolor encima mía,
y mi recuerdo se borrará en la arena...

5 de octubre de 2010

Publicado por Helena en 19:54 4 comentarios
Que a ti y a mi,
siempre nos quedara aquel pasillo,
en el que tantos momentos sin querer,
vivimos.
Siempre nos quedarán los besos robados,
los choques fortuitos,
las collejas a destiempo,
zancadillas con cariño.
Que a ti y a mi,
ya no nos queda nada,
que tan solo los recuerdos,
de vivir nuestra historia malsana,
antes de que dios escribiera nuestro cuento.

Que a ti y a mi,
no siempre nos quedará París,
solo por falta de tiempo.
 

Nunca he tenido el corazón tan rojo. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos