22 de junio de 2010

Publicado por Helena en 19:20
Tomando tu almohada,
como trinchera,
tus brazos como armas,
mi corazón, espera,
ese toque de campana,
que me devuelva a la guerra.
Con banderas blancas,
esperanza ya no queda.

Tomando tu cama,
como campo de batalla,
tu boca y la mía,
como metralletas.
Ya nada falta.
Ya nada sobra.

Coge tu tanque,
yo, cogeré mi avioneta,
y de vez en cuando,
todas las noches,
luchemos,
como luchaban en las guerras.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

bienvenida la lucha si es así

LaCuarent on 23 de junio de 2010, 0:54 dijo...

Que buena batalla!!

tusojosmisalas on 23 de junio de 2010, 2:55 dijo...

holas helena..la guerra perfecta, la unica q vale la pena enfrentarse...:)
kariños
David.V.

mivisionenblancoynegrodetumundodecolor on 23 de junio de 2010, 21:49 dijo...

la unica guerra que siempre merece la pena luchar

 

Nunca he tenido el corazón tan rojo. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos