3 de febrero de 2011

Publicado por Helena en 16:03
Quizás yo no sea lo que quieras,
quizás no yo no te sirva en tu vida,
quizás yo sea demasiado austera,
y me tenga que ir a llorar abatida.

Será que mis palabras no son suficientes,
para enamorar a la más bella,
quizás aún parezcan de adolescentes,
y tenga que dedicarme mejor a la botella.

Preferirás al revolucionario poeta aquel,
pero yo seguiré esperandote aquí sentada,
con mi burdo lápiz esribiendo en el papel.

Hasta que te des cuenta, Poesía amada,
que no me merezco estar más en tu burdel,
sino estar contigo en un bar amarrada.

1 comentarios:

Roberto on 4 de febrero de 2011, 18:47 dijo...

qué dificil es hacer poesía rimada y que tenga gancho, fuerza...no sé como coño lo haces, pero lo haces...

 

Nunca he tenido el corazón tan rojo. Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos